Vincularte con clientes de otras culturas y lenguas presenta sus desafíos, pero también sus grandes beneficios. Puede que te sientas cómodo trabajando con clientes de tu mercado local y eso no significa que estás en el camino errado. Trabajar para clientes internacionales, más allá de las fronteras, es una decisión muy personal. Por eso es importante que te preguntes si realmente te sientes a gusto trabajando como lo has hecho hasta ahora, o si te gustaría “ampliar tus horizontes”. La decisión que tomes será válida, pero es elemental que seas honesto contigo mismo y que hagas lo que realmente tienes ganas de hacer.

 

Lanzarte al freelancing internacional puede resultarte muy beneficioso en varios sentidos. La realidad es que te va a permitir acceder a nuevos clientes y proyectos, y esto probablemente alimente tu motivación y te aporte una gran cuota de variedad a tu trabajo diario. De la mano con ello, es posible que vengan mayores ingresos económicos, impulsados por el tipo de cambio que manejen en los mercados con los que te vincules. A la vez, podrás entrenarte en aspectos en los que no habrías reparado, esto como consecuencia de las experiencias que vayas teniendo y que seguramente te harán crecer a todo nivel. Otro gran beneficio es que estarás expuesto a nuevas vivencias culturales y de relacionamiento que sumarán a tu bagaje personal.

Existen también otros aspectos que deberías considerar antes de decidir si el Freelancing Internacional es para ti. Mejor evitar sorpresas sobre la marcha y tener en claro qué desafíos podrían presentarse. Puedes ya estar acostumbrado al trabajo remoto, pero una cosa es dentro de tu mercado local y otro bien diferente es para clientes del exterior.

 

Contacto remoto

Cuando trabajes con clientes del exterior, no podrás tener el contacto cara a cara que sí tendrías con uno de tu misma área local. Considera que todas las comunicaciones (o casi todas, salvo excepciones) tendrán que ser virtuales.

 

Comunicación

En línea con el punto anterior, será indispensable generar buenos vínculos interpersonales y aceitar el flujo de comunicación entre ambas partes. Es importante que se genere confianza y un ida y vuelta que les permita “acortar las distancias”.

 

Diferencias de criterio

Muchas veces, como consecuencia de las diferencias culturales, suelen presentarse divergencias de criterio a la hora de evaluar o analizar una determinada situación. Es esencial entonces ser cuidadoso para no herir susceptibilidades y, siempre que haya posibilidad, pedir a la otra parte que clarifique el porqué de su postura. Cuando no pareciera haber acuerdo, es importante buscar un punto en común, apelando a la flexibilidad y buena comunicación de ambos.

 

Mayor competencia

A través del Freelancing Internacional te abres al mundo, y por ende te enfrentas a muchos más competidores, con habilidades y experiencia diferentes a la tuya, que se imponen como fuerte competencia.

 

Falta de profesionalismo

Así como puedes conocer gente maravillosa y que te aporte muchísimo desde lo personal y lo profesional, también puedes toparte con personas incumplidas, poco honestas o ventajeras (en general, a nivel local, puede resultar más fácil “rastrear” a determinada empresa o cliente).

 

Valor de tu trabajo

Ponerle precio a tu trabajo puede ser todo un desafío. Siempre ten en cuenta los valores que se manejan en el país de origen de tu cliente, y realiza un balance con tus propias necesidades y expectativas en moneda local.

 

Tu propia valoración

Considera el valor de tu trabajo y de ti mismo como profesional. Si eres un profesional responsable, dedicado y comprometido, no debes subestimar tu trabajo y debes hacerte valer. Puede ocurrir que algunos clientes pretendan rebajarte por las tarifas que cobras, experiencia que hayas (o no) ganado, y demás.